EICJ- ¿En qué momento comenzó a atraerte el Universo del Jamón?
Silvio González- Soy propietario de un autoservicio de alimentación en Conil y quise especializarme en productos de nuestra tierra. Para ello pensé en la joya de la corona en la gastronomía española, el jamón ibérico. Aprendiendo en mi trayectoria profesional a valorar del jamón de bellota 100 % ibérico y en la importancia de las D.O.
EICJ- ¿Qué ha supuesto para ti pasar por los Cursos de la EICJ? ¿Los recomendarías?
S.G.- Ha sido el empuje que necesitaba para perfeccionar la técnica de corte y sacar el máximo provecho a la pieza.
EICJ- ¿Con qué te quedas de nuestra Formación?
S.G.- Ha sido una experiencia que me alegro de haber tenido y que considero fructífera para aquel que quiera dedicarse al corte profesionalmente. Siempre claro está, que posteriormente debe de practicarse asiduamente el arte de cortar jamón, ya que hacerlo bien dependerá en gran medida de ello.
EICJ- ¿Cuál crees que es la importancia de un Cortador Profesional de Jamón actualmente?
S.G- Mucha. Desde que el cerdo entra en la dehesa hasta que la loncha de jamón entra en la boca, es un recorrido que tiene importancia de principio a fin, pasando por el secadero y por el cortador profesional de jamón. Si me dan a elegir un jamón bueno o un buen cortador, elegiría un buen cortador. Un buen cortador puede hacer un jamón malo en bueno y un mal cortador puede hacer un jamón excelente, mediocre.
EICJ- ¿Qué es para ti un buen pernil?
S.G.- Aquel que reúna una serie de cualidades que demuestren que ha sido un producto bien tratado profesionalmente. Que todos los eslabones de la cadena de elaboración han sido vigilados exhaustivamente por expertos para conseguir un producto de calidad extrema. Para ello por suerte contamos en España con las Denominaciones de Origen. Esto tendrá como fin que al llegar al cliente éste pueda disfrutar de nuestro producto estrella.
Desde la EICJ agradecemos profundamente a Silvio que se enfrentase a estas preguntas y nos trasmitiese cuál su relación, día a día, con el pernil. Experiencias como la suya nos invitan a seguir mejorando y constituyen el mejor ejemplo de que querer es poder. ¡Muchas gracias Silvio! Hasta muy pronto.
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